Después de la humilde derrota nos enfrentamos al
Atlético Pandebono, en un partido cerrado donde se jugaba más que los tres puntos, se jugaba el HONOR.
Con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno se lucho para sacar adelante los tres puntos que nos hicieron alzar la cabeza con orgullo.
Se le agradece a nuestro
director técnico el cual nos dio las instrucciones para conseguir la victoria y especialmente ala barra del Pandebono que nos dio la fuerza para dejarlos callados juemadre.
ese es mi país, esa es mi gente, ese es
mi equipo.